4 formas de equilibrar tu azúcar en sangre para perder peso
Cuando comemos nuestro cuerpo secreta insulina, una hormona creada en el páncreas. La insulina es entonces usada como glucosa para hacer el combustible o ser almacenada como grasa para más tarde. La insulina es responsable de la regulación de la azúcar en sangre en el cuerpo y de asegurar de que estos niveles no suban o bajen demasiado. Sin embargo, si estamos estresados por nuestra dieta está muy procesada, podemos desarrollar resistencia a la insulina. Cuando nuestras células se hacen resistentes a la insulina debido a bloqueos por toxicidad e inflamación, el páncreas empieza a sobreproducir insulina, lo que conlleva un desequilibrio en el azúcar en sangre, ganas de más azúcar, faltas de energía súbitas, cambios de humor y fatiga.
Aquí algunas señales que indican que tu azúcar en sangre puede estar inestable:
1. Consume comidas ricas en proteínas más pequeñas frecuentemente a lo largo del día
Para estabilizar tu azúcar en sangre, come en pequeñas dosis frecuentes durante el día. Cuando nos saltamos una comida o esperamos demasiado entre comidas, nuestro azúcar en sangre se desploma y nos arriesgamos a caer en súbitos deseos desmesurados por consumir azúcar. Todos estos comportamientos refuerzan el hábito, lo que causa más inflamación en el cuerpo. Con nuestro reto de 30 Días de Comidas Limpias, nuestros planes están diseñados para ayudar a estabilizar el azúcar en sangre y proporcionarte cantidades adecuadas de proteína para combatir las ganas de azúcar y perder peso. ¡Despídete de los mareos el cansancio y la falta de motivación!
2. Consume alimentos altos en fibra de liberación moderada
Alimentos como las hojas verdes, las verduras y las hierbas son altos en fibra y no causan grandes picos en el azúcar en sangre. Evitar un exceso de alimentos como la patata, el pan, los zumos (sí, incluso recién exprimidos), yogur con sabor a fruta y bollería. Todos estos contribuyen a tener picos de insulina. También puedes añadir un extra de proteína y grasa que te ayudarán a saciarte y aumentar tu energía. El aguacate, el pollo, el salmón, el atún y los huevos son excelentes opciones.
3. Prepara tus comidas para evitar crisis de apetito que te lleven a picar:
Preparar tus comidas con anterioridad es una de las cosas más importantes. Y si no tienes comidas equilibradas y saludables a mano es muy fácil caer en la trampa de la comodidad. Pero incluso cuando tu cerebro te dice que esa comida frita y alta en azúcar es la elección correcta, tu cuerpo sabe más. Comienza preparar tus comidas un par de veces por semana y notarás una gran diferencia en cómo te sientes.
4. Lleva snacks que te mantengan equilibrado:
Consumir snacks con cabeza es clave cuando quieres equilibrar tu nivel de azúcar en sangre. Reduce la inflamación y pierde peso naturalmente cambiando lo que comes. Las pequeñas cosas suman, así que cuando puedas, prepara snacks saludables que puedas llevar contigo.